Yo soy en ti la secreta mudanza.
Paul Valery
Para que el viaje del Déjà vu
cobre sentido desde el oeste
debe ser de espaldas al horizonte
a cuanto queda atrás en el vespertino,
el páramo donde se doman los potros
con la intrusión de rasgar las pieles
en el muro del limonero
a los intentos de otras creaturas.
El Déjà vu sabe a cuero y tela
en las hendiduras de la puerta,
el don o el desgarre de la vaina
cada vez más seca de la floración
de la tierra sobre la roca invisible,
como ofrenda a los ecos de los días
misterio y juventud yéndose
en el inventario de suturas.
Y una y otra vez el guiño
desde el plato de la lejanía,
un tablero juega las habitaciones
del cerebro a media luz
mientras se inunda cada retorno.
Qué hacen con los ecos que no devuelven
quienes amoldaron los asientos
en los charcos de la duermevela.
Juntan pasado y presente
y caen fruta sobre la balanza
con el peso seco de la ceniza.
«Deja vu» de Andy Rhodes
| Nelson Roque Pereira (Ciego de Ávila, Cuba, 1966). Museólogo. Cuenta con premios, publicaciones en revistas, antologías y webs. Le interesan la poesía y la historia. Es autor del poemario Por los cauces de la noche, publicado en España en 2020. |
