Vale la pena decir,
que las catástrofes,
las grandes catástrofes,
empiezan siendo
pequeñas grietas

de esas donde
se esconde el polvo
y no pasa nada de luz

Fisuras de esmalte
en cuencos de arcilla vieja
para ingerir a cuenta gotas
insignificantes dosis de cromo y sílice

¡Hagamos un té de esporas!
Dijeron los hongos
de entre los granos,
en el maíz podrido del cultivo

Gritaron:
¡Que viva la expansión y la conquista! 
¡La Colhongonización y la aflatoxina!

Y sus voces celuloides
diminutas,
inofensivas,
establecieron dictaduras
de elementos tóxicos
corrosivos,
cancerígenos

Deshicieron edificuerpos enteros
carcomiendo sus paredes
hasta tirarlas por completo

Bombardearon
Torturaron
Mintieron
Y asesinaron

Procedieron a destruir
para construir sobre el escombro
la autocracia unicelular
de comida descompuesta

Hay dictaduras
que empezaron siendo
discursos de esperanza pobre
para la gente pobre

y usaron             pobre
y escasa
congruencia de palabras,
con disonancias oceánicas
entre las promesas
y la fungilitarización
de los territorios

Escuchemos bien
lo que tienen que decirnos
en el estruendo duro
de la tempestad
los regímenes de
la grieta y el polvo

Veamos con atención
en dónde empieza su fisura

Si en las paredes de una habitación
o en una plaza pública
¿habrá venido con la militarización?
o después de la matanza
de estudiantas en la oposición

No,
tal vez vino con el temblor
que sacudió por un momento
la consciencia con temor

O en la persecución de poblaciones
atravesando territorios de la nación

No se si vino
con la falsa ilusión
de que una presidenta
tomara la mejor decisión
como si se tratara de ella
y no de una jodida institución

Veamos si de pronto
si de pronto
sus palabras se repiten
se repiten
Tan vacías como el eco
eco
que llena el espacio
acio
con partículas de nada
nada
Promesas de nada
nada
Un habla vacía
y ya diría
que impide el libre tránsito
de luz, esperanza y vida

Qué cínnnnnicos
los hongos y sus esporas
que pululan sin ser vistas
En aparente anoni-matÓ

Pero anónimas:

la presas políticas
en un país como el nuestro
anónimas sus lenguas
acalladas con reja y cemento
anónimas aquellas que jugaban
en plena luz de pavimento
cuando bombardearon los campos
de refugiadas y hubo sollozo y silencio
anónimas en gaza, yemen y el líbano
buscando huir del lamento
anónimas las plantas que murieron
junto con los sueños de ir más lento
anónimas las animalas que no se nombran en la masacre de los muertos

anónimas las sonrisas que sostuvieron
un día de mal aliento
anónimas las manos que salvaron con alimento
llenando las tripas que rugían por remedio
anónimas las caras de las desaparecidas
de las infancias y las mujeres en las guerrillas

anónimas padecen
lo que tanto nos indigna
y en esta latitud ignoramos
pues, dicen, no sucede todavía

A lo que voy
es que una bomba,
un disparo,
un holocausto,
un narcoestado
no comienzan siendo
tan explícitos

La detonación empieza
con el dominio
de una sociedad que parece
lo suficientemente indolente

¿Cómo llegamos hasta aquí?
Porque si las cosas
tan grandes
tan trágicas
empiezan desde lo habitual

Vale la pena decir, compañeras
que las revoluciones
las GRANDES revoluciones
quebrantan también con una grieta

una hendidura en la estructura
de la condición que nos abruma

desde las grietas sin polvo
es que pasa la luz
y con raíz profunda de
ruderal bien plantado
es que se rompe el suelo

con las fisuras se rompen
los bloques de totalitarismo
necropolítica y sumisión

y en la grieta con luz
organizamos desde américa latina
a palestina
desde el río hasta el mar
desde el sur global

solo queda sacudir el polvo
romper con grietas las grietas

dejar pasar la luz

Vale la pena decir,
compañeras
que las revoluciones
las gran sonadas revoluciones
agrietan

Imagen tomada de Cultura Palestina

Güera (Irapuato, Gto., México, 2001). Habitante transitoria de la CDMX. Estudianta, hacedora artística y rapera. Sus intereses abarcan el antiespecismo, el anticapitalismo y la palabra hablada. Ha publicado en el proyecto editorial de Casa Espiral «Bandera», en su edición no. 3, publicó una serie de fotobordados de su infancia, el proyecto lleva el nombre «Las cosas que me duelen». También ha publicado en Fanzine Enciéndelx Volumen 03 «Conexiones de miradas desde comunidades vibrantes». Gestiona colectivamente el Slam Maleza (slam de poesía y palabra hablada para mujeres en el Estado de Guanajuato).

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Escrito por:paginasalmon

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