Está descansando
Mi hermano podría estar descansando en su departamento con el ventilador encendido, la cama impecable, libros de medicina, perfumes en su mesa de noche, un videojuego pausado, un perro paseándose por la habitación, el agua de la regadera corriendo, ropa limpia, hip hop, una notificación en el celular.
Está en un lugar mejor ahora, dicen.
No importa el lugar, importa la ausencia. Ausencia que significa habitación vacía, libros deshojados, perfumes sin olor, un perro muerto, agua estancada, polvo, ropa vieja que significa huesos secos, algo que se quema, espasmo y latido. Una manera imprecisa de narrar.
La madre
Camina a casa tarareando una canción
de cuna o féretro
mientras la luz declina
se pregunta
“qué fue lo último que le dije”
no lo recordará jamás
quiere nombrar la historia
la casa sin médula
la casa invertida
la casa sin bordes
tumba flotante
que se incendia
Consuelo
Así es la vida. No hay nada que hacer. Lo bueno que no sufrió. ¿Otra vez estás triste? No llores. ¿Todavía te duele? Yo entiendo. ¿Cómo estás? Está descansando. ¿Todavía te duele? Le tocó estar en el lugar equivocado. ¿Cómo estás? Ya es un ángel. Está en un lugar mejor. No llores. ¿Cómo estás? Déjalo ir. ¿Ya los perdonaste? ¿Todavía te duele? Déjalo ir. Ya. Déjalo. ¿Duele?
Tus ojos al revés dicen llena el vacío con más vacío
el presente es blanco y limpio
el presente es el piso de un matadero
No sé si sabías, pero tener el corazón roto es montar
un caballo enfermo bajo la lluvia
La puerta
Todo está en la entrada y la salida
todo lo importante
está y seguirá estando en el marco de la puerta
que atravesabas
como un dios silencioso, un niño virgen
entrando sin saberlo
a una cámara mortuoria
de qué manera podría definir la puerta
de qué manera podría decirte que vivir era eso
estar juntos en el mismo lugar
Hibernación
El pesado oso en mi espalda
trepa por mi espina dorsal
y me encaja sus garras cada noche
busca, olfatea y encuentra mi útero de miel
lo mastica incesante hasta que se atora
entre sus dientes
ese animal pesado que duerme junto a mí
mamífero de robusta respiración
acecha con cautela
los menores espasmos de vida
le digo “quieto, hoy no”, y lo acaricio con torpeza
se recuesta a mi costado
su pelaje me cubre
y el aire se vuelve primitivo
como si estuviéramos al interior de una caverna
te extinguirás también, blanda furia y contigo se irán
todas las formas, los sonidos
el hambre
y la secreta vida
de los abismos que recorres
Puliré este dolor hasta volverlo transparente
lo convertiré en una joya que cuelgue de mi cuello
Imagen tomada de Pinterest
Nota: Estos poemas aparecieron previamente en el libro Hermano, publicado por Revarena Ediciones.
