¿Qué animal te gustaría ser
de no conseguir enamorarte?
Una langosta –respondí
para pasearme por las calles del sueño
y atisbar de nuevo a mi Aurelia
“Reencarnar
en hombre o mujer
es tan difícil
como tirar arroz
y esperar que un grano caiga erguido”
Sin embargo me gustaría poder decir:
soy un gato
elegante
vagabundo
De no enamorarme
moriré convertido en un ciervo leve
habitante del bosque
con ramilletes creciendo como flores
escapando del lobo
sin volver a ser el lobo
No convertirme en un ave
pero sí en su canto matinal
por temor
a la fragilidad de su breve cuerpo
al frío y al hambre
aunque no exista liberación
como ser habitante del cielo
quizás igual a enamorarse
(Ser una mantis religiosa
para morir como ramita seca
exhalando –esta vez sí–
un último suspiro del amor)
En una vida pasada
fui tortuga centenaria
Aún hoy quedan rezagos en mí
de la mirada lenta y dolorosa
y es por eso mi caparazón
la salvaguarda para mis débiles adentros
Luego de un largo día
y de haber ensayado poemas
terminas de lavar los trastes de la cena.
Casi cuando estás por irte
y apagar las luces,
escuchas el ruido del refrigerador
que te recuerda el sonido del mar.
Te acercas hasta casi abrazarlo
en su vaivén y su calma breve.
Por un momento recuerdas
cómo suenan las patitas acolchonadas de tu perro
que murió hace casi dos años,
golpeando leve contra los azulejos
de esta vieja casa.
Hay momentos así,
en los que las memorias se cruzan
con los deseos de los sentidos.
El impulso de volver a respirar
la calma de antiguos días tristes.
Despiertas de un sueño
que no es ni hermoso ni terrible.
Sólo un lugar diferente
donde eres otro
y el mundo tiene un matiz brillante.
Al salir a la mañana
percibes el calor y la humedad
del ambiente.
Algo en tu cuerpo te dice
que el verano se acerca,
quisieras afirmar:
“El aire y la lluvia respiran conmigo,
somos una misma cosa”.
Pero la sensación no termina ahí,
sabes que los cambios del clima
y las variaciones ligeras en el calor
te recuerdan años pasados.
Otros días que llegan con temblor de lluvia.
Otro solsticio.
Y escribes por la mañana:
El clima respira conmigo
a través del recuerdo de veranos
y despierto a otro sueño
donde también llueve
y los amigos aún están aquí.
Llegar a tu casa en los primeros días
en que renace la primavera
como un sueño recién iniciado
me invitas a pasar la mañana juntos
inesperado encuentro de soñadores
Al vernos me cuentas lo que soñaste aquel día:
viajabas en un auto a toda velocidad
que luego caía al precipicio
hasta encontrarte con
la instantánea muerte.
Pero en la vigilia estás sosegada
y de mirada tranquila
al contarme los hechos del inconsciente.
“No me asustan esos sueños”, decías
son siempre símbolos de lo que vuelve a renacer.
Entre cervezas y una pizza vimos después:
el cocinero, el ladrón, su mujer y su amante.
¿Cuál sería mi símbolo personal de aquel día?
Todos y ninguno
aunque fuimos amantes por la mañana
yo me sentía el cocinero
que sazonaba un poco más
tu aletargada vida.
Y al terminar la película
con nuestros cuerpos entrelazados
a punto de marcharte
me encontré repitiendo las palabras de la ficción:
“¡Cinco minutos más, por favor!”
Tu vida entonces era un constante renacer
y la mía era una mala mezcla de drama,
terror y comedia.
Pero ambos nos entregamos
a sabiendas de que los sueños, la vida y la ficción
siempre se nutren mutuamente
casi hasta hacerse indistinguibles.
Poema escrito jugando Assassin’s Creed
para iván
Caro amigo:
ayer entré por vez primera
al lugar donde vivirías tantas dichas
y largas horas de soledad acompañada
de estar aquí: la biblioteca de Alexandría
Mi primer encuentro fue con la imponente
figura moldeada en piedra eterna
de nuestro protector Zeus
presidiendo la sala de lecturas
Una reacción sobrecogedora me inspiró
no ya una reverencia arrodillado
sino a elevarme por los altos techos
saturando el éter de palabras e ideas
que complacen al reinado eterno de los Dioses
Llegué, amigo, de tierras lejanas, de mi natal Siwa
de atravesar desiertos buscando un pergamino
el libro egipcio de los muertos
con intención de entregarlo a un moribundo
para la pronta unión con su esposa
esperando el veredicto de Maat
su recta levedad con la pluma de avestruz
Arribé a la biblioteca buscando
el reencuentro postergado con mi amada
después de años de exilio
y la muerte de nuestro hijo
Una cacería nos acecha por clamar justicia
Ella me cuenta la forma en que sus manos
se tiñeron de sangre luchando por salvar
su vida ante nuestros perseguidores
No puedo
contarte más, salvo decir
que juntos acabaremos con la usurpación
del falso reino de la serpiente
mi destino es aquel de los dioses:
Soy el ayer y conozco el mañana
El aliento de mi boca es una flama
Ondulo como las olas que vibran a través de la eternidad
Los poderes de la oscuridad han sido destruidos.
Sueño premonitorio
Subimos al tobogán más alto de estas montañas
conocidas por ser el mejor parque de atracciones
de toda esta tierra visible e invisible
Llegamos a la cima
la cumbre del miedo
sin dudar nunca del salto
¿Para qué hacer más larga la espera?
Si de todas formas me lanzaré
Si siempre he de caer
Pregunto en voz alta
¿hay alguien que quiera saltar conmigo
de una vez y sin esperar más?
entonces apareces
Entrelazamos nuestros brazos
nuestras manos
para no separarnos en la caída
(como las nutrias marinas al dormir)
Corremos saltando hasta el precipicio
que nos conducirá tan rápido
envueltos en corrientes de agua
Y lo que predomina
no es el vértigo ni el vacío
sino las risas a borbotones
Nos parece tan divertido caer
y hacerlo juntos tan libremente
sin miedo porque disfrutamos
La caída y las vueltas de tobogán
el agua cubriéndonos
la diversión de ir hasta el fondo
Aún mejor caer contigo
Nuestras manos entrelazadas
nuestros brazos entrelazados
Caemos sin ningún vértigo
porque el agua nos envuelve
caemos entre risas y espuma
Cuando por fin llega el impacto
no recordamos nada
nos secamos al sol y caminamos buscando
la siguiente atracción a la que subir
Imagen tomada de 1STDIBS
| Rodrigo Perea (CDMX, México, 1997). Tarotista. Estudió Lengua y Literaturas Hispánicas. Obtuvo en 2022 el premio de Poesía Joven de la UNAM con el libro Postales desde el fin del mundo. Ha impartido talleres en conjunto con Universo de Letras (UNAM) y Colaboratorio 949. Escribe en el blog el desierto es mi pastor. Sus intereses son la tecnología, la magia y los oráculos, la música y el cine. Ha publicado en Gambito de papel, Revista Weird Review, Saposcat, Canibaal y Universo de Letras. |
