Fotografía de Manuel Alejandro
Frente a mis ojos no hay nada,
en esa rama sostenida en el aire;
es un hueso roto que no duele,
una palabra cortada que no se oye.
Al pasar pensé que me hablaba
con una voz rauda
como de pájaro en vuelo.
Fotografía de Manuel Alejandro
Frente a mis ojos no hay nada,
en esa rama sostenida en el aire;
es un hueso roto que no duele,
una palabra cortada que no se oye.
Al pasar pensé que me hablaba
con una voz rauda
como de pájaro en vuelo.