En algún lugar escuchamos la frase: “El futuro se construye día a día desde el presente”; en Especulativas[1] adoptamos esta frase para entender nuestra posición a la hora de cuidar cada texto que nos envían las autoras interesadas en nuestras convocatorias.
Nos gustaría desarrollar brevemente qué entendemos por cuidar. En nuestra búsqueda sobre lo que nos dicen las instituciones sobre las palabras y la importancia de significarlas, nos fuimos al Diccionario del Español de México (DEM):
Cuidar
v tr (Se conjuga como amar)
1. Atender, proteger o vigilar algo o a alguien: “Te cuidas”, cuidar una casa, cuidar a un enfermo, cuidar a un niño.
2. Poner atención o interés en la realización de algo: cuidar la ortografía, cuidar la redacción.
Para nosotras, cuidar es un acto de amar que va más allá de poner diligencia, asistir o conservar, porque sin la acción de amar el trabajo que realizamos en nuestra colectiva no tendría sentido, ni tampoco el trabajo que deseamos para el futuro.
Cuidar un texto como un acto de amor
Si hablamos específicamente de usar nuestros conocimientos, tiempo y energía en leer y revisar un texto, todo tiene que ver con un acto de amor. Sabemos que en muchos espacios literarios se siguen reproduciendo prácticas violentas hacia los textos y, por tanto, a quienes los escriben; lo hemos confirmado en la experiencia propia y en las conversaciones con otras escritoras que son parte de nuestra comunidad. Cuidar un texto como un acto de amor no es una tarea fácil, cambiar la forma en la que nos relacionamos con los textos de otras y procurar un trabajo honesto, respetuoso y amoroso, requiere constancia.
Por todas las obras de nuestras ancestras de las que nos hemos perdido por haber sido formadas dentro del canon literario patriarcal, estamos conscientes de lo importante que es posicionar la escritura de las mujeres en la actualidad. Como colectiva nacimos a partir de la necesidad individual de contar con un espacio de diálogo, lectura, crítica, análisis y amistad. Bajo la máxima de “ser un lugar en el que nosotras quisiéramos estar”, construimos un espacio en el que se incluyera a todas las mujeres interesadas en la escritura de género y que se preocupan por recuperar nuestra genealogía, es decir, a nuestras abuelas y madres escritoras. Esto nos ha llevado a definir las pautas, los procesos y las dinámicas de interrelación con las escritoras y las lectoras.
La experiencia que hemos acumulado leyendo y publicando textos escritos por mujeres, nos ha permitido darnos cuenta de la importancia de procurar un ambiente de escucha, empatía y corresponsabilidad. A lo largo del camino, hemos aprendido a definir un diálogo, poner límites y a procurar una comunicación asertiva que, si bien no ha sido fácil, consideramos fundamental para normalizar mejores prácticas.
Como nosotras, muchas mujeres vienen de los ambientes literarios violentos, y somos conscientes de que los procesos para deshacerse de esas experiencias llevan tiempo y aprendizaje. Sin embargo, sabemos que hay mujeres que tienen su primer acercamiento a los espacios literarios con nosotras y queremos mostrarles que hay formas diferentes de interactuar con la literatura, que el respeto, la empatía, la escucha y el amor pueden propiciar mejores relaciones.
Especulativas es un espacio digital para la publicación de textos por mujeres, que podemos clasificar dentro de los géneros de fantasía, terror y ciencia ficción. Bimestralmente lanzamos una convocatoria con una consigna que estimule la imaginación. Al ser un espacio feminista y con el fin de no reproducir violencias estructurales contra las mujeres, los textos que cumplen con la consigna pasan por un filtro que busca no reproducir estereotipos, ni utilizar lenguaje misógino o machista, ni tópicos relacionados con la construcción del amor romántico sin una perspectiva crítica.
Posterior a esta selección, pasamos a la etapa de edición en donde la comunicación con las autoras se basa, por un lado, en dejar claro que ellas son las acreedoras de todos los derechos sobre sus obras y, por el otro, abrir un canal para que, en caso de que se hayan realizado cambios que no correspondan a lo que ellas querían comunicar en sus textos, nos lo hagan saber para realizar las correcciones pertinentes. Nuestra intención es proveer un trabajo profesional de cuidado y edición que deje clara la intención del texto. Sabemos que el aprendizaje de las estructuras literarias, así como las reglas ortográficas, es un proceso que no es accesible para todas. Por tanto, ser honestas es pieza fundamental en nuestro quehacer como editoras.
Al enviar la confirmación de la publicación de los textos que nos envían para nuestras antologías bimestrales, siempre compartimos un mensaje que dice: “No dejen de escribir”. Para nosotras es fundamental dejar claro este punto porque a partir de la creación de textos, del vaciado de sentipensares de las mujeres en sus escritos, podemos construir nuestras genealogías de escritoras.
Cuidados editoriales colectivos
No nacimos de la nada, es importante destacar que hemos sido cobijadas por otras colectivas que nos han enseñado y mostrado una ruta; hemos replicado lo que nos gusta y tenemos una lista de puntos que nos gustaría agregar, hemos sido acogidas y acompañadas por grupos de mujeres talentosas y entusiastas que han puesto dedicación, tiempo, energía y recursos para definir las bases de nuestro proyecto.
El cuidado editorial no debería quedar en manos de un grupo de élite, pues no queremos crear un nuevo canon, sino que nos gustaría democratizar la literatura, abrirla a la colectividad. Un cuidado editorial colectivo que enfrenta a la tradición editorial —al menos en México— debe conformarse por mujeres multidisciplinarias, quienes, desde sus aprendizajes y generosidad, aporten experiencia y trabajo profesional, sin caer en un trabajo que precarice por priorizar la colectividad.
Ahora bien, así como nosotras hemos aprendido con otras mujeres, consideramos que el aprendizaje podría seguir replicándose con otras más. Cuidar un texto con amor es un acto de espejearse con la otra, la única forma de hacerlo es identificar quiénes son y conocer qué es lo que han aprendido para aprenderlo y, en medida de lo posible, mejorarlo. Debería ser un ciclo de aprendizaje sin fin, de tal forma que no se vuelva estático y pueda trascender también en el tiempo.
La utopía del cuidado editorial
Pensar en el futuro siempre es complicado desde el presente porque hay muchas cosas que parecen sueños lejanos, pero como buenas mujeres especulativas, queremos plantear algunas premisas para la construcción de la utopía del cuidado editorial:
- ·Ser honestas, responsables y amorosas con el trabajo propio y el de las demás.
- Construir una red de apoyo con mujeres editoras multidisciplinarias.
- Cuestionar las premisas canónicas en todo momento.
- Aprender a comunicar de manera respetuosa y asertiva.
- Mantenerse en constante aprendizaje y con mente abierta a la diversidad.
- No precarizar nunca el trabajo propio ni el de las otras.
Nos gustaría invitar a todas las mujeres que se dedican al trabajo editorial, a no dejar de compartir sus conocimientos. Construir un futuro del cuidado editorial diferente no es una tarea que esté en la individualidad; deberá ser un trabajo colectivo o difícilmente se podrá abolir al canon.
Le damos un agradecimiento especial a nuestra querida Paola Licea Cejudo, por acercarnos al cuidado de los textos; así como a todas nuestras amigas por ayudarnos y orientarnos cada día a mejorar nuestras prácticas. Las queremos mucho.
Un agradecimiento especial a Raquel Hoyos y a Angélica Mancilla por su lectura atenta.
Imagen de Jayakrishnan Sureshbabu
[1] Ana Laura Corga y Ángeles Sanlópez son coordinadoras de Especulativas, proyecto dedicado a la difusión de escritoras de géneros especulativos en español, desde un enfoque feminista. [N. de la E.]