Pasos pequeños para no caer pronto, se aproximan a una decadencia más,
las tardes son pesadas, quedan unas cuantas salidas, para huir es temprano, la carne sentirá
el cólera atravesándole, no es la mejor manera, pero resulta ser la que les queda a la mano,
pocas arrugas, pocas dichas, aprende a sanar, aprende a vivir, entelequias, galimatías y
ridículos intentos,
sobran músculos que esperan que el alma se rinda, queda sangre tibia esperando a que el
corazón se canse,
la mañana no anda bien, la noche no anda bien, música, juegos, ideas,
con el tiempo adecuado las cenizas le hacen conmemoraciones entretenidas,
entusiasmos pausados, muertes continuas, muertes entre paréntesis,
se olvida de su nombre, se olvida del cariño, mucha confusión abordando por el oído
derecho, parece broma, pero no,
monedas en las bolsas del pantalón suenan al caminar, penas retumban en el cráneo al
hablar,
un parásito en la arteria cerca del corazón, una palabra que llega en deshora, cuerpos que se
conocen, cuerpos que se arrinconan a rezar,
ahora creen en astros, ahora creen en la necesidad de no morir hoy.
Fotografía de Flor Garduño