A A., por el acompañamiento. A N., donde quiera que estés. A mí no me gusta gritar y no lo sabía. ¿Para qué gritar si no hace falta? Cuando éramos niños y hacíamos un berrinche, mi madre recurría al “no es necesario que grites, con una vez que digas las cosas es suficiente”. No alzar…
Leer Más
