Prisa
Nohaytiempoparadetenerseenespaciospuntosycomasmenoscuandoestásapuntodehacertedelbaño.
Ícaro
Ícaro, en contra de su suerte, se resolvió a ascender creando unas alas mecánicas que funcionaban con celdas solares. Aquel día llegó, uno soleado, así pues se lanzó de un risco, abrió sus alas y comenzó a surcar el cielo. Volaba cual pájaro y ganaba paso hacia el septentrión, sin embargo eso les disgustó a los dioses: su insolencia fue castigada con un eclipse.
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