Cuánto esperó Penélope la llegada de Ulises
(No tengo idea)
Qué pasó en ese camino de regreso
para que Ulises tardara tantas puntadas y deshilados
(Tampoco lo imagino)
Pero, Penélope,
a veces yo también me estoy en tu nombre
Tejiendo una pequeña mortaja a mi corazón
por ese Ulises que no llega
Destejiendo punto a punto
pues no consigo saber con seguridad alguna
cuánto mide ese órgano palpitante
que aloja mis sentimientos por Ulises
(AKA) conocido con otro nombre
susurrado al viento en tanta calma
bajo la espera siquiera de un mensaje
una leve señal que me indique que ya viene
que no cambió su rumbo ayer, hoy o mañana
No hay Telémaco, eso lo sabes
Mi cuerpo envejece realizando
las tareas cotidianas de la isla
y con cada año
las posibilidades de un hijo se anulan prontamente
Sé bien que tampoco tengo perdices o frutos secos
que ofrecer como banquete a su llegada
Mi figura cambia
Mi estómago acumula úlceras
que a veces no me permiten levantarme
Qué me queda, entonces, que ofrecer a ese Ulises
/ construido de aventuras
caro a mis ilusiones /
más que la determinación de no volver a permanecer
tejiendo la misma prenda inacabada
y lanzar al horizonte la señal que indique:
Me fui, Ulises, desde la entrada de la isla,
con una maleta ligera y el espíritu crecido
No espero encontrarte ahora
porque el tiempo dilatado te ha borrado ya la cara
Me busco a mí y quizá a otra, Ulises,
valga viajar para saberlo.
Imagen de The Telegraph