A Rafa, un ángel más.
Vuela
En el anhelo te quise,
a la espera te despedí,
y del sol grisáceo trato de entender
tu partida al amanecer.
Se pintan sueños al horizonte,
más allá de las nubes, el arcoiris brilla
sin el olvido.
La vida lo arrebata,
o la muerte lo reclama,
una lágrima vuelve a brotar.
No jugamos, no reímos,
una herida ingrata quedó.
Te digo adiós,
retoño, mientras la noche
se termina y el día
comienza una vez más.
Fotografía de Jak O’Dowd