Ser mujer es respirar vellos por la espalda,
sufrir del frío aliento del monarca.
Ser mujer es fregar los sueños ajenos,
ahuyentar los miedos para pagar la renta.
Ser mujer es apagar el monitor y sentir caricias,
besar sanguijuelas por sobras de comida.
Ser mujer es cobrar barato porque algún imbécil
es hombre.
Ser mujer es bajar la vista,
congelarse en el transporte, porque el dinero te prefiere encuerada.
Ser mujer es gritar silencio,
no fumar en horarios laborales, por si alguna lengua se atraviesa por la tarde.
Ser mujer no paga el colegio de los hijos.
Ser mujer no basta sin escote.
Ser mujer no vale ante empresas.
Ser mujer es limpiar manchas blancas, que pagaran la cena,
que serán la cena.
Ser mujer es lamentable, en un mundo empleado por el hombre.
Fotografía de Sonia Madrigal