Versión del texto en audio.

Cae la noche sobre Teotihuacán…
Octavio Paz

Amanece sobre Teotihuacán
y tus ojos, callados, reinventan un piramidal paisaje, un magueyal
Nunca quisiste ser péndulo y oscilar cuarenta veces
Eres el desierto en la pupila de un joven jaguar


Ahora, un vendaval de pétalos hechos jirones, fragmentándose en espirales
y el sureño olivar, ingenuo, escucha un lírico fragor:
El Verbo se hace verso, en bruñida vasija de rojo barro
No desiste: nos contiene y derrama, no se quiebra, resiste
Distante, el ocelote de tu mirada observa con sigilo cada instante


Incongruente la belleza de mi Oceloxóchitl
Eres flor de luz, nacida en el ardiente mediodía, sin horas:
Inconmensurable tu candor de rosetas, iluminando la piel del felino
Indestructible tu atemporal Piedra, que por la noche transmuta el rayo
y lo convierte en la mano que sin tinta escribe sobre áspero tallo

II

Pedernal de obsidiana paz, habitante de un agosto candente
En diluvio, diminutas magnolias caen en abismal e iridiscente tormenta
Oceloxóchitl, ¿eres flor de guerra o perenne flor de un día?


Formados, los alfabetos de mis dos Lenguas,
corceles y alfiles, peones y reinas en bicolor tablero
Guerreros aztecas en vital Ullamaliztli: mis afiladas letras se forjan en el tintero
Ocelopilli, acicalas el árido terreno, vislumbras tu estrategia sagrada…


La piedra, cierto es, semeja ruina viva
aún los ocultos Tzompantlis reviven de la nada
La palabra, transmutadora de falacias, siempre se hará mística…
y a la vez carnal mientras seamos poesía
¡Púrpuras melodías en elocuentes códices, resguardan recuerdos de incontables contiendas!


Ocelotl Cuauhxicalli, albergas la lentitud del tiempo
Eres testigo del palpitar Mexica Tiahui
Carmesí tu laguna, en que fragantes flotan mis húmedos cantos:
Piraguas de junio, en donde lloro torrenciales lluvias de incredulidad


¡Jaguar pétreo y adamantino, inmaculado e irracionalmente bello!
Tu granate fruto se transforma en latir constante, en creación sublime
Nunca has dejado de alumbrar corazones vivos, de mente soberana y genial

III

Así, sobre mi naciente luna reposa y canta,
cansado y apasionado el dios guerra, Huitzilopochtli:
coronado con delicada guirnalda de amarillo y oloroso cempasúchil

Majestuosa Oceloxóchitl, mi flor guerrera, flor de jaguar
Eres capullo inmarchitable, das a luz en novilunio, como medida del tiempo
y ligera floreces en celestes cántaros: ollas de nubes
Serena, escribes y dibujas: bíblicos versos en jaspeado papel amate
¡Amanece, y cuánta luz cae sobre Teotihuacán!

Imagen tomada de trigridiasmx

Maricruz Huerta (Ciudad de México, México, 1970). Maestra en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. Estudió Artes Visuales en la Academia de San Carlos y una maestría en Filosofía en California State University, L.A. La mayor parte de su actividad creativa ha estado dedicada a la pintura y a las artes visuales en general. Sus intereses se centran principalmente en los lenguajes visual, escrito y oral, la naturaleza, concretamente los ríos, la filosofía del lenguaje, la estética y la filosofía nietzscheana. Ha publicado ilustraciones y textos filosóficos en la revista Philosophy in Action de la CSULA y en la Gaceta de la UNAM. Forma parte del colectivo de poetas dirigido por Juan Carlos Martinez Parra.
Escrito por:paginasalmon

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s