Si en algún momento converjo
contigo en el rabillo de tu ojo,
luz ultravioleta en los 18hz del re de tu bajo
que te detiene cóncavo frente al espejo,
y decides no voltear,
ya pasaste la parte más difícil.
Demi-existe ese punto 0
en donde tus letras y mi “y” se juntan
dentro de un reflejo en zetta-hertz en el que
tú no eres tú
y yo no estoy detrás tuyo,
un conjunto ilógico de nada
que termina por demostrar
—categóricamente—
la inexistencia de lxs dos
en el silencio de la ausencia de luz,
gráficos inservibles convertidos en paréntesis
de lo que se murió
y ahora solamente ya no está.
Imagen tomada de Bitcoin México
Muchas felicidades por tu publicación
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Mi corazón hace el coro de tan hermosa poesía….
«y ahora solamente ya no está»
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