Permíteme comparar el incipiente andar en bicicleta con una especie de caligrafía. Esta comienza a tomar su forma con palitos y bolitas. Como un niño de cinco años, el aprendiz de ciclista trazará garabatos en sus primeras trayectorias. Y, no sin torpeza, en cada intento por desplazarse, con sus respectivos frenones, parecerá borronear su cuaderno…
Leer Más
