Qué lejos hay que ir para encontrar la llave de nuestra propia casa. Jorge Fernández Granados En algún sitio de Coahuila o Durango, el primo de mi bisabuelo cruzó dos veces el río crecido por la lluvia. Era el río Aguaje –o el Salado–, y mi abuela recuerda su asombro al ver el caballo aproximarse,…
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